lunes, octubre 24, 2011

Ya no queda nada

No pudo evitar mirar de reojo la puerta del apartamento. Desde que el cerrajero se fue, aquel pequeño arañazo no dejaba de aparecer en su retina, ahí, en ese almacén de imperfecciones. Se amontonó junto al florero que su madre colocó en el lado equivocado de la mesa. Justo frente a ese trozo de papel higiénico abandonado en el fondo del inodoro por la última chica que quiso pasar la noche allí y que creía que iba bien maquillada. Ya no quedan chicas para dar portazos. Ya no quedan cerrajeros como los de antes.

2 comentarios:

  1. Aqui la Yaniny y yo te vamos a dar portazos cuando vengas a comer, papi donde aprendes a escribir esas cosas tan sencibles, si mi marido me coje metiendome contigo me va a matar jajaja..

    ResponderEliminar
  2. ¿El jajaja es risa o es que no puedes respirar porque ya te ha cogido?

    ResponderEliminar