lunes, marzo 26, 2012

Naranja vivo

Gotas de temor y expectación rezumaban de sus poros. El grosor de las venas de su frente delataba su tensión. El fallo no era una opción para él. Por un momento pensó que la perdía. Cruel espejismo. La recuperó. “Te tengo preciosa mía”, pensó.
La sacó de la sartén, y tras dos suaves y prolongados soplidos, se la llevó a la boca. Cerró los ojos. La saboreó lentamente. El pecho se le encogió. Pudo volver a ver cómo, con diez años, le llevó a su padre aquel ejemplar pisoteado de esa seta naranja que tanto buscaba cada fin de semana, y cómo al verla, solo pudo quedarse quieto, sin palabras, con los ojos brillantes.
Una lágrima se dejó llevar por la gravedad, caótica en su camino.
-Por ti papá-, dijo mirando hacia arriba.

lunes, marzo 19, 2012

El cardiólogo

Y además nos hace daño con sus patitas llenas de pelitos irritantes. Esta araña deberá estar bien encerrada en un sitio seguro. Peque, busca una buena casita para nuestra cómplice. Pero mírame Javier, que te estoy leyendo los pensamientos, no quiero que la metas en la caja de mis zapatos favoritos como con papá. Recuerda que, en su funeral, el cardiólogo nos recomendó evitar estas sorpresas en la familia.

lunes, marzo 12, 2012

Sin punto de encuentro

Igual que lo hacen las ballenas. Canto y espero que me oigas a kilómetros bajo el agua, ese agua tan densa que nos separa y que a veces se enturbia como la cerveza de trigo que tomábamos juntos en aquella taberna, hipnotizados por el olor a madera vieja. No oigo tu respuesta. Ese silencio vuelve como el maldito arpón que mató a Moby Dick, sin piedad. Sólo cuando salgo a respirar me parece oír tu graznido, lejano. Vuelas muy alto. Ahora comprendo que cuando alce el vuelo tú te escurrirás por algún río subterráneo, o peor aún, estarás enroscada en alguna rama de espino.

lunes, marzo 05, 2012

Chaleco salvavidas debajo de su asiento

Mi primer vuelo. ¡Qué guapas son las azafatas aquí! ¡Y cuánto cartelito!
“Chaleco salvavidas debajo de su asiento”.
¿Me deja su DNI si no le importa?
“Abróchese el cinturón mientras esté sentado”.
- ¿Le retiro eso por favor?
“Salida. Exit”.
-Disculpe, sea tan amable de apagar su teléfono.
“Para su seguridad”.
- ¿Quiere algo de la carta menú?
“Ejemplar gratuito para el viajero”.
-Perdone, le repito que tiene que apagar eso.
Miro a la azafata. Me mira. Estoy seguro que quiere comerme.
“Te besaría con todas mis fuerzas”, leo en su frente.