jueves, diciembre 20, 2012

Impás

Después de dos años publicando semanalmente sin descanso estoy algo atascado, agotado (quizás vosotros también), y siento la necesidad de dedicarme enteramente a nuevos proyectos, que los hay.
Con algo de dolor, pero con la satisfacción del que ha cumplido un reto y ha sido reconocido, este pasado lunes publiqué el último de los relatos de esta etapa tan... intensa... Y no lo pude hacer con otro relato que "Lluvia". Una persona tan especial merece esto y más.
El chiringo no se cierra del todo, así que cuando tenga algo que crea interesante lo compartiré con vosotros.
¡Muchísimas gracias por vuestra compañía en este precioso viaje!

lunes, diciembre 17, 2012

Lluvia

Cuando caigo soy capaz de borrar el rastro de tu nostalgia. Cada gota de mí busca la vergüenza del caminito que trazaste en la dirección errónea y la liquida. Soy tu payaso, tu arlequín. Soy la carcajada en forma de lluvia. Dame tu risa, valiente.

lunes, diciembre 10, 2012

Despedida

Etéreo, certero, cardo, febril, callo, turbio, mustio, angosto, serpiente, costumbre, no tienes, ni quieres. Cabrón.

lunes, diciembre 03, 2012

Grullas

El viejo columpio soporta el balanceo de nuestros cuerpos, encajados entre sí mientras hueles mi pelo con tu nariz curiosa. Te huele a libertad. Te siento libre. Los hierros chirrían como impacientes grullas, emigrando desde el frío de la tierra que nos denostó, que no nos quiso, hacia esta pradera cálida en la que retozamos alegres, tú y yo.

lunes, noviembre 26, 2012

La sombra

Era esa sombra la que no me dejaba respirar. Yo, que creía que me daba alas, tan ignorante. El espejo del baño me previno una vez. No entendí sus reflejos de cara cansada, sus destellos de tristeza, sus brillos de angustia. Aún ahora me parece verla arrastrarse tras alguna esquina. Pero un trozo de ese espejo me ayuda a reflejar brillantes rayos de sol sobre ella. Y se va. ¡Huye, cobarde! ¡Huye! Es ese trozo en el que veo asomar tus ojitos tras mi hombro.

lunes, noviembre 19, 2012

Botones perdidos

Es cuando te desabrochas la blusa cuando más te deseo. Es ese el punto en el que te veo más frágil. Es ese el momento en el que te sientes tan segura de ti misma que tu media sonrisa se muestra incluso amenazante. Es excitante. Es preocupante. Es que la cama no aguantaría mis embestidas sobre ti. Es que no lo puedo evitar.

lunes, noviembre 12, 2012

Delicatesen

Como en mi anterior vida fui un gorrino pues no puedo dejar de retozar en la mierda del poco cariño que me ofreces, solo de cuando en cuando. Y como acabé asado en un horno de Aranda de Duero, cuando era lechal, pues me da la claustrofobia cuando me arrinconas y te acaloras por esa gotita fuera del inodoro. Pero si me ofreces esos pezoncitos, rositas y duritos, me deshago y caigo en tus brazos. Y tú, que en tu otra vida fuiste, claramente, gourmet de prestigio internacional, aparte de monja de clausura e inspectora de policía, no puedes resistirte a mi suculenta longaniza.

lunes, noviembre 05, 2012

Huyamos

El pasillo es un bullicio de gente que trata de estirar las piernas, de exhibirse mirando al infinito o de ver al chico más guapo del avión. Como rayos de sol en Escocia aparecéis tú y tus curvas iluminando mis ojos, cansados de tanto ejecutivo aburrido, de tanto sudoku sin terminar. Con tus afiladas uñas, te lanzas al cuello del sobrecargo justo cuando abre la puerta del piloto.
– ¿Qué haces? – grito, con el pasaje paralizado a mi alrededor.
– ¡Llevemos este cacharro lejos! ¡Quiero besarte allí! – gritas con su yugular casi entre tus dientes, quitándolo de en medio.
Me abalanzo sobre el piloto sin pensarlo, empuñando la cucharilla del té.
– ¡Vamos!

lunes, octubre 29, 2012

Fiebre del ladrillo

El reloj marca la una. Ella intenta hacerse a la madrugada, de pasarla lo más rápido posible. Lo intenta en vano. Tirita por tercera vez. Él enciende de nuevo la luz del pasillo. Abre la puerta de su habitación. Ella se hace la dormida otra vez y oye sus pasos, muy cerca ya. Vuelve a poner la mano en su frente, suave. Y de seguido ese beso que le sabe a gloria, mejor que nunca. No se siente bien, pero ha decidido que no le dará más dolores de cabeza, quiere que descanse, que duerma. Esta tarde, cuando escuchó esa palabra, comprendió que algo no iba bien al ver la cara de Papá. ¿Qué querrá decir desahucio?

lunes, octubre 22, 2012

La madriguera

El gato y el ratón, eso es lo que somos. Sacas tus uñas y arañas mi lomo de roedor cuando pienso en las musarañas. Otras veces, con pasión animal, te clavo mis dientes felinos en tu hocico de ratita presumida. Ambos movemos los bigotes cuando algo no nos place, acompasados, y nos partimos de risa con Tom y Jerry. Pero rondando el tejado de tu madriguera hace un frío de cojones y déjame decirte, me tienes aquí fuera para que, cuando me dejes entrar, ya tenga el rabito tieso, ¿verdad?

lunes, octubre 15, 2012

Pequeñita fábula de la gallina

Érase una vez una gallina que vivía en un bonito corral. Las demás se reían de ella y se mofaban sin cesar. Era objetivo de los corrillos de chismosas más activos de toda la granja. Hablaban de ella los gansos, hablaban las ocas, las ovejas y las vacas. Hasta los cerdos, que no son muy dados a hablar de los demás, no podían resistir hacer comentarios. El problema de nuestra esta gallina es que era inapetente, frígida y casta por vocación, y claro, siendo una gallina hay que hacer honor a la fama que una tiene. Si no es así, pues cámbiate la “u” por una “a” y pásate a pata.

lunes, octubre 08, 2012

Más allá

Aún a mi lado, eres más inalcanzable que nunca. No puedo dejar de amarte a pesar de todo aquello que nos destruyó, pero es el recuerdo el que me dirige, el que me controla. Tú tratas ahora de tocarme, de hablarme, de besarme. ¡Por todos los demonios! Deberías haberlo hecho antes. Te das cuenta de lo tonta que fuiste, de lo mucho que me querías y no lo demostraste por orgullo. Pues sigue intentándolo Candela, dale duro, que cuando rompas tu caja de roble te queda la mía de pino.

lunes, octubre 01, 2012

Martirio

El rodar de tu maleta cuando te marchaste retumba dentro de mi cerebro como si pasaras por encima de todos esos baches, esas grietas que dejaste en mi materia gris, arañazos de tus ausencias de viernes por la tarde. De vez en cuando ese ruido cruel cesa. Entonces espabilo y te busco, con la esperanza de verte dado la vuelta intentando encontrar mis ojos. Abro los brazos. Pero enseguida vuelve a sonar. Y es que solo paras a comprobar que llevas tu horroroso reloj de platino. ¡Cómo me gustaría hacer la rana en el río más profundo del mundo con ese puto reloj!

lunes, septiembre 24, 2012

Sangre juguetona

Mi hija pequeña me llama desde su habitación. Lo hace con una voz que no parece la suya. Si voy estará de espaldas y se dará la vuelta cuando menos lo espere, con los ojos en blanco. Prefiero esperar bajo mis sábanas a que decida venir ella y me apuñale. Oigo los muelles de su cama y luego sus pequeños pasos descalzos, con su entrañable cojera. Sólo me queda la esperanza de que se quede charlando con el monstruo del armario. Si no es así tendré que jugar un rato con ella y no me quedará tiempo para salir y devorar un par de vírgenes.

lunes, septiembre 17, 2012

De chocolate en chocolate

Elsa alza la cabeza con dificultad y lo ve entrar en la vieja estación de tren, ahora llena de cascotes por todos lados. Se lo imagina con ocho palmos de altura, cuando corría con su bocadillo de chocolate en la mano, risueño, vital. Lo recuerda juguetón y bromista hasta hartar. Javi.
Javier llega con dificultad a ella, le pone la papelina en la mano y se tira a su lado, cansado.
– ¿Dónde se quedó Javi? ¿Por qué no me sigue dando ese trozo de su bocadillo?

lunes, septiembre 10, 2012

Ratoncito Pérez

Lucía llora acurrucada en su cama. Empieza a no poder cumplir con la hipoteca. Román ronca a su lado. “En qué puta hora”, piensa mientras lo mira de reojo. Daniel, escuchando en la habitación de al lado, con una mano se toca su beso en la frente, aún caliente, y con la otra se arranca el siguiente incisivo para acumularlo junto a los otros bajo la almohada. El ratoncito rescatará a su madre.

lunes, septiembre 03, 2012

Fiesta zombi

Entro a trompicones refugiándome de la tormenta y cierro la puerta del garaje tras de mí. Me quedo en silencio, a oscuras, resoplando. Los relámpagos se cuelan bajo la puerta y los truenos no me dejan oír bien ese ruido que… Joder, ¿por qué no se enciende la luz? Tiento la pared hasta encontrar el interruptor manual. Huele a podrido. Entre parpadeos de fluorescente averiado se pasea un globo, arrastrando un hilo que deja un rastro líquido. Una voz infantil quebrada susurra a mi espalda, “te estábamos esperando… necesitamos brazos”.

lunes, agosto 27, 2012

Camisa de once varas

No me gusta como caza la perrita–, murmuró Samuel mientras sorbía, con pajita, su zumo de piña y uva. Se sentía “removío”, como solía decir él.
Salió a la calle mirando al cielo, de medio lado. Desconfiado, avanzó y llegó a la plaza, su plaza. Pero, ¿dónde estaba su plaza? ¿Dónde estaban sus leones de la fuente? Esos que unos días le recibían tristes y otros alborozados, que unas mañanas bostezaban y otras entornaban los ojos, como cegatos. Los que le ronroneaban cuando recordaba su mocerío y que todas las tardes le sermoneaban a su salida del casino del pueblo. ¡Se los han cambiado! Les han pintado cara de burgués, de serio notario nazarí, siempre mirando como… como al enemigo.
Se sentó frente a la fuente y al cabo de un rato comenzó a troncharse de risa. Pepe pasaba por allí de vuelta de la huerta.
– ¿Te hace gracia algo u qué, artista? –, preguntó Pepe.
– ¡Ay si fuera yo quinto, Pepe! ¡Ay si fuera quinto!
– ¿A qué viene eso Samuel?
–Te invito a un chato vino y echamos una parlaíta, Pepe.
–Tiras de mí con un hilo felpa y no se rompe, Samuel.
Fueron juntos hacia el casino.
–Oye Pepe, ¿tú sabes lo que es el Ecce Homo?

lunes, agosto 20, 2012

Castillos de arena

Desde dentro del mar se te ve de otra forma, tan exuberante, ahí tumbada en tu toalla. Con la perspectiva adecuada, te odio amor mío. Mientras tú hojeas el Cosmopolitan yo, sin identidad, salto las olas haciendo tonterías para llamar tu atención. Solo consigo atraer niños con madres con tus gustos, con tu actitud. Por cierto, si me haces otro castillo de arena, lima las aristas un poco, que se me clavarán por todos lados cuando todo se venga abajo de nuevo.

lunes, agosto 13, 2012

El biombo

Se asoma por encima del biombo. El olor a tequila le llega como un puñetazo. La abofetearía de forma salvaje, la gritaría hasta desgañitarse, la dejaría allí a su suerte y correría sin parar en dirección contraria durante días. Ella se gira y deja caer su mano muerta, colgando del catre. Jorge ahoga un grito. Ella reacciona abriendo los ojos por un instante. Su mirada pide perdón. Jorge baja aprisa de la banqueta. Entrelaza sus dedos con los de ella. Y ahí quedan, marcadas para siempre, las huellas dactilares del asesino de su infancia.

lunes, agosto 06, 2012

El origen

–Pueblos de La Galaxia. Hoy cambiamos el rumbo de la historia–, sentenció TZ42.
Todo el hangar, con decenas de naves interestelares, rompió en grotescos sonidos de celebración. Las tribus de robots por fin sacaban provecho a un periodo prolongado de paz.
La pantalla líquida se hizo transparente y todos pudieron verlo por primera vez.
–Aquí está. El primer prototipo de ser humano está listo. Su nombre, ¡Mono!

lunes, julio 30, 2012

Reciclaje de canallas

Ella sale corriendo a la calle y tira la basura con rabia. Acartonado, en el fondo del contenedor azul, él deshace los aviones de papel arrugados para releer las cartas de amor que la envió, mientras en el verde, aquel caro perfume que la regaló pelea su sitio con botellas de vino malo. Cartones de leche agria bailan en el amarillo con la máscara que ella se acaba de quitar. Y en la basura orgánica, en bolsas negras separadas, sus corazones, necrosados.

lunes, julio 23, 2012

Verano

-Se está mejor en pelotas-, dice Víctor, boca arriba, mientras un centenar de gotas se deslizan por su piel hasta morir evaporadas en la roca caldeada.
Juan le mira un momento desde el arroyo y sonríe. Se sumerge de nuevo para perseguir esa culebrilla de agua que se le resiste. De vacío, sale a respirar y va a tumbarse junto a Víctor. Deja caer un brazo para tocar el agua con un dedo. Ambos aguantan sin hablar durante un buen rato. El tiempo no pasa, se congela, se alía con ellos en un bucle cómplice de la niñez.
La sombra de un halcón recorre los párpados de Víctor como queriéndo abrírselos. Él intenta evitarlo. Pero siente a su amigo a su lado.
-Juan.
- ¿Qué?
- ¿Qué crees que sentirá cuando la bese esta noche?

lunes, julio 16, 2012

12º de beso

Dame tu boca en cuanto puedas. Me urge. Te veo disfrutar esa copa de vino y pienso que la saborearé cuando tus labios tan carnosos y cálidos acaricien la mía, ansiosa de amor. Sé que no será igual, sé que será aún mejor. Le añadirás el peso del roble de tu experiencia y la frescura y exotismo de los frutos rojos de tu pasión. El sensual calor del susurro de tu aliento dejará, en esta amalgama de cosquillas impacientes, ese retrogusto que no podré olvidar jamás.

lunes, julio 09, 2012

La princesa y el emigrante

De pronto, me encontré delante del molino, imponente, avanzando a contracorriente, con mi cabeza en lucha mortal con mi corazón, y con tu último beso en mi mejilla izquierda. Tus ojitos están clavados en la espalda que tantas veces te sostuvo, fijos en mi pelo, del que tiraste entre carcajadas, pequeña. Al pasar bajo esas aspas amenazantes me giro para verte de nuevo. Tus lágrimas riegan el hogar que dejo. Estate tranquila mi bien, porque brotarán en forma de cartas de papá, de historias de amistad y de cuentos de viajes. Y, el día que menos lo esperes, una de ellas crecerá mágicamente y, cuando despiertes, el viento del norte me habrá traído para abrazarte de nuevo, princesa.

lunes, julio 02, 2012

No entraba en sus planes

Viendo como la lavadora da vueltas. Así es como se encuentra ahora el héroe de la aventura cotidiana de vencer la paciencia ajena. Se siente impotente, frustrado, en un momento inédito en su corta vida. Pero esta vez ella ha sido demasiado orgullosa como para dar su brazo a torcer y dejar que se saliera de nuevo con la suya. Quizás sea el momento, piensa, de apelar al amor maternal para recuperar su status quo. Lo intenta con ojos de gatito triste. Pero mamá no cede. ¿Será verdad que lo de crecer va en serio?

lunes, junio 25, 2012

Tatuaje rojo pasión

Mi nombre, tatuado en tu piel, es delicatesen para mis labios cuando recorren tu cuerpo tendido. Me excita hasta el desespero el María José que te rodea el cuello en verde cursiva, como una serpiente. El Pepa en mayúsculas, rodeadas de fuego, resalta los músculos de tu pierna derecha, la que siempre fue mi favorita. Me vuelve loca, sobre todo, el Mari que te acabo de tatuar, en tu pecho lleno de miedo, dentro de un corazón de color rojo vivo, y que me hará soñar con tu calor cada noche hasta que te encuentren. Deberías darme las gracias en lugar de estar ahí sollozando como un mierda. No me pidas más que te desate, traidor.

lunes, junio 18, 2012

Por encargo

-Un vaso de agua por favor-, le dice, con la boca seca, al camarero.
Se mira fugazmente el bolsillo y se tranquiliza un poco más. Lo que quiere ocultar no asoma. Su corazón comienza a latir más despacio poco a poco. La cicatriz de su cuello le pica, como cada vez que se altera, como cada vez que ejecuta. No se rasca. Mira a ambos lados de la barra. A la izquierda un borracho mira su bragueta inofensiva. A la derecha está ella, la mujer de cutis perfecto, vestida de verde esperanza y con oscuras gafas de sol. Él sabe que le está mirando y asiente. La mujer sonríe y se dirige a la puerta. Al pasar a su lado choca con él y continúa su camino. Ahora, ese bolsillo, con la foto ensangrentada y un nuevo sobre, perfumado, se torna más macabro que nunca.

lunes, junio 11, 2012

La fotografía

Dicen que pudo ser allí mismo donde comenzó todo, que se pudieron conocer hacia el amanecer. Se cuenta que pudo ocurrir a propósito, que es posible que fuera un plan, que podría tratarse de una escena mil veces ensayada. Quizás llevaban un año o, por qué no, un lustro, pensando en los detalles. Mucha gente desconfía de sus propósitos, ocultos, insoportablemente desconocidos. Ellos, sentados frente a frente, en la hierba húmeda, se miran, se hablan y se escuchan. La realidad es que solo existen los tres palmos que separan sus labios, esos que si se acortan pararán sus mundos.

lunes, junio 04, 2012

Amor verdadero

Coqueteó con la muerte y la abrazó con todas sus fuerzas. ¿Por qué arriesgar si no es por el amor de tu musa? Ahora estarán eternamente juntos, enroscados, como siempre soñó. Los sueños hay que perseguirlos convencido hasta cumplirlos.

lunes, mayo 28, 2012

Entre oscuras montañas

Al principio caminaba sin rumbo pero ya encontré ese valle florido donde las margaritas acarician mis pies descalzos sin hacerme cosquillas. A cada paso que doy decenas de ellas son deshojadas y siempre sale que sí, que me quieres. Cantos de sirena para mis ansias de ti, de escuchar tu voz pausada, la que marca el ritmo en los latidos de mi pecho. Me tumbo mirando hacia arriba. Allá, muy alto, planea majestuoso un buitre negro. ¡Ven buitre! Ven y devora los despojos de lo que fui. Ven y bésame.

lunes, mayo 21, 2012

El espejo

Hoy, al acercarme al pozo de mi patio, las gárgolas de mi caja torácica comienzan a revolotear sobre mi corazón. La sensación de hormiguillo es casi insoportable. Intuyo lo que veré esta mañana de febrero, tan fría como tus holas y adiós. Cada día el reflejo de su agua desnuda mi alma sin compasión. Me asomo al brocal. Miro hacia abajo. Acierto. Te veo abrazado a ella. Aún. Pero de alguna manera este ritual, a primera hora, me ayuda a enfrentarme a mí misma, a ese ser obsceno que te quiere desde la distancia de un suspiro. Sí, me ayuda a dejarte ahí, en lo más profundo.

lunes, mayo 14, 2012

Esclavo

Al acercarme a ella noté como preparaba sus labios para el contacto, como sus músculos se tensaban levemente, como su respiración se congelaba con mi olor inundando sus anchos pulmones. Una vez más aquella fuerza cruel e inhumana, de la que soy esclavo, me obligó a besarla tibiamente en la mejilla. Su piel erizada me rasgó como lija y puso de nuevo en marcha los engranajes de mi ya rutinario pero insoportable sufrimiento.

lunes, mayo 07, 2012

Coitus interruptus

Sueño que le hago el amor a mi antigua monitora de yoga. Un ruido me despierta cuando ella empieza a gemir. El simpático vecino de arriba dejó caer algo de sus manos de mantequilla a las tres de la madrugada. Al minuto va al servicio y escucho con extrema nitidez como su orina cae contra el agua del inodoro. Me calzo mis zapatillas con forma de vaca que me regaló mi primo el de Suiza. Salgo y subo las escaleras. Llamo a la puerta del vecino. Abre sin preguntar. Entreabre los labios, entrecierra los ojos. Está satisfecho por haberme despertado. Paso con él a su piso. Con sorprendente facilidad lo cojo y lo lanzo por la ventana. Ahora hace mucho sol fuera. Vuela despacio hasta posarse en un prado lleno de terneros. Uno de ellos grita, “¡Al montón!”. Todos se tiran encima de él. Ríen. Antes de volver a su pasto, depositan sus excrementos sobre mi vecino, que lucha por respirar y no puede evitar tragar el delicioso elixir. Mi zapatilla izquierda se descojona de risa. Me despierto de nuevo. Voy a tomarme un vasito de leche, sentido homenaje a esos benditos terneritos.

lunes, abril 30, 2012

El armario

Por fin quietas, tus piernas, que no dejaban de golpear el suelo repetidamente, a la misma velocidad a la que querías que me callara y me largara de allí para siempre. Pero esta vez dobladas y sin fuerzas, oyendo tus sollozos y súplicas, recogiendo tus lágrimas frente a mi armario, ahora desconsoladamente vacío.

lunes, abril 23, 2012

Le encantaba esa palabra

Daniel bajó de su Honda. Miró bien donde pisaba, por si algún cabrón hijo de puta habría dejado allí la mierda de su asqueroso perro. Avizoró para ver el nombre de la calle y no pudo verlo con claridad e imaginó a los putos inútiles del Ayuntamiento colocando la cerámica. En lugar de ayudar se dedicaban a joder y putear a la gente trabajadora como él. No se encontraba bien. Recordó los taimados ojos del médico que ayer le recomendó tomar una aspirina si le dolía algo y que no le diera más importancia. Ese incompetente seguro que le jodió. Estaba ensimismado en su enfermerita de pechos firmes que le esperaba para tomar un café de mierda que, pensó, debía saber a puro orín de lagarto indonesio.
Y pensando en sus cosas llegó caminando a su destino, fijó su mirada y leyó.
–“Dr. Manuel José Becerra Sabina. Psicoterapia”. Aquí es.
Por un segundo se quedó mirando la placa del doctor.
–Apostaría a que el mierda que puso esta placa tan torcida estudió con el ojete. ¡Ojete! ¡Ojete!
Le encantaba la palabra ojete.

lunes, abril 16, 2012

El mendigo

Otro semáforo. Paro mi coche con suavidad. No quiero que se despierte Manuel. Acaba de abandonar su cama con dulce pereza. Suelo contar los semáforos mentalmente. Esta mañana, cinco en indulgente verde, dos en amenazante naranja parpadeante, y éste, el octavo, en rojo. Rojo de exuberante ejecutiva con altos tacones, rojo de señora mayor con carrito de la compra, rojo de chavales con mochilas envueltos en bufandas. Rojo de ese hombre bien vestido que toca la ventanilla con un paquete de pañuelos de papel en la mano. Niego con la cabeza. Se va al coche de al lado.
– ¿Es un mendigo? –. Manuel ha despertado.
–No se Manuel. Está limpio y afeitado, es raro–, suelto por la boca.
–Quizás sea su primer día, papá.
Verde. Cruel verde. Acelero. Manuel ya no se duerme.

lunes, abril 09, 2012

La profesora de lengua

Brillante como el nácar, tu pelo negro me hipnotiza. Me saca de quicio como lo desaprovechas con ese rapado ridículo que la tonta de Julia te sugiere, por no decir que te obliga a hacerte en la peluquería del final de nuestra calle. La calle que nunca quisiste recorrer conmigo de la mano al salir del colegio. Me amabas en secreto y nunca supe entenderlo. Pero sigue sin importarme. Tú sólo ven a mi cama esta noche, como cada ansiado martes. Pensar en tí, abrazada a mi gatito de trapo ya treintañero, me regala imágenes de aquellas miradas furtivas en la puerta de esta escuela. Esa en la que hoy traté de enseñar a tus hijos el significado de la palabra paradoja.

lunes, abril 02, 2012

Carmín amargo

Como huellas de pájaro en la nieve quedaron sus caricias en mi piel más sensible. Cada vez que mi vello se eriza se marcan con una claridad espantosa. Me pican cuando releo sus cartas. Me arden cuando recuerdo su lengua bajando por mi torso. Me duelen cuando revivo mis escaladas por su cuerpo, repleto de deliciosas montañas de caramelo y ríos de miel. Camino desnudo sin abrigo por la calle para evitar mi deshielo. Incluso he comprado un arcón congelador para pasar mis noches solitarias. Ha quedado precioso en el salón, al lado del sofá del que se encaprichó y que manchó de carmín justo antes de escupir el último trozo de mi pecho y largarse.

lunes, marzo 26, 2012

Naranja vivo

Gotas de temor y expectación rezumaban de sus poros. El grosor de las venas de su frente delataba su tensión. El fallo no era una opción para él. Por un momento pensó que la perdía. Cruel espejismo. La recuperó. “Te tengo preciosa mía”, pensó.
La sacó de la sartén, y tras dos suaves y prolongados soplidos, se la llevó a la boca. Cerró los ojos. La saboreó lentamente. El pecho se le encogió. Pudo volver a ver cómo, con diez años, le llevó a su padre aquel ejemplar pisoteado de esa seta naranja que tanto buscaba cada fin de semana, y cómo al verla, solo pudo quedarse quieto, sin palabras, con los ojos brillantes.
Una lágrima se dejó llevar por la gravedad, caótica en su camino.
-Por ti papá-, dijo mirando hacia arriba.

lunes, marzo 19, 2012

El cardiólogo

Y además nos hace daño con sus patitas llenas de pelitos irritantes. Esta araña deberá estar bien encerrada en un sitio seguro. Peque, busca una buena casita para nuestra cómplice. Pero mírame Javier, que te estoy leyendo los pensamientos, no quiero que la metas en la caja de mis zapatos favoritos como con papá. Recuerda que, en su funeral, el cardiólogo nos recomendó evitar estas sorpresas en la familia.

lunes, marzo 12, 2012

Sin punto de encuentro

Igual que lo hacen las ballenas. Canto y espero que me oigas a kilómetros bajo el agua, ese agua tan densa que nos separa y que a veces se enturbia como la cerveza de trigo que tomábamos juntos en aquella taberna, hipnotizados por el olor a madera vieja. No oigo tu respuesta. Ese silencio vuelve como el maldito arpón que mató a Moby Dick, sin piedad. Sólo cuando salgo a respirar me parece oír tu graznido, lejano. Vuelas muy alto. Ahora comprendo que cuando alce el vuelo tú te escurrirás por algún río subterráneo, o peor aún, estarás enroscada en alguna rama de espino.

lunes, marzo 05, 2012

Chaleco salvavidas debajo de su asiento

Mi primer vuelo. ¡Qué guapas son las azafatas aquí! ¡Y cuánto cartelito!
“Chaleco salvavidas debajo de su asiento”.
¿Me deja su DNI si no le importa?
“Abróchese el cinturón mientras esté sentado”.
- ¿Le retiro eso por favor?
“Salida. Exit”.
-Disculpe, sea tan amable de apagar su teléfono.
“Para su seguridad”.
- ¿Quiere algo de la carta menú?
“Ejemplar gratuito para el viajero”.
-Perdone, le repito que tiene que apagar eso.
Miro a la azafata. Me mira. Estoy seguro que quiere comerme.
“Te besaría con todas mis fuerzas”, leo en su frente.

lunes, febrero 27, 2012

Esos sueños

Once libros y una revista decoran desordenadamente mi mesita de noche. Mi teléfono móvil se aparta exhausto pero a regañadientes al final del día, dejándoles acaparar mi atención por unos minutos.
Isaac Asimov empieza a contarme maravillas sobre Tales de Mileto y al rato me hipnotiza con las leyes de la robótica. “Empiezan a gustarme los robots”, me dice Lorca. “Y a mí la poesía”, comenta Platón desde la caverna. “Duérmase usted”, me sugiere, con gran sentido común, Sancho Panza.
Allí, en esos sueños, me esperas tú, como todas las noches.

lunes, febrero 20, 2012

El cabo suelto

El silencio inundaba la estancia.
-Veo junto a su reloj unos números grabados en su piel.
-Sí, tenues, pero es legible. ¿El asesino nos quiere decir algo?
- ¡No nos quiere decir nada! ¡No hay asesino! ¡Hay una mujer atormentada que no pudo más! ¿Me has entendido?
-Está bien. Reportaré el suicidio... ¿dónde?
-Ya veremos.
En una hora la casa del juez estaba impoluta, como antes de la bacanal.
Pero unos ojitos seguían pegados a la rendija de la puerta del armario.

lunes, febrero 13, 2012

Julio

Me despierto de la pesadilla de julio en una mañana tórrida de agosto que comienza para mí con la música de “La chica de ayer”, de Nacha Pop, en la emisora de radio que me autocensuro. Quizá dejaste el dial ahí a propósito sabiendo que lo primero que hago cuando abro el ojo es darle a ese botoncito gris perla que hoy me traiciona. Un julio que transcurría generoso e irreal, con ese regusto amargo de los momentos previos a la inevitable tragedia. Un julio que comenzó de la peor manera posible, besándote.

lunes, febrero 06, 2012

Huevo y patata

-¿Cuándo llegarás cariño? pregunta María con un pequeño e incontenible tembleque en una de sus piernas.
-Sobre las nueve o así. Estoy cansado. Tenme preparado el baño, ¿vale? Y haz esa tortilla tuya dice Jesús–, a ver si te sale hoy mejor que el otro día. Joder, casi vomito.
-Disculpa amor, hoy te vas a relamer replica María, con el teléfono entre su hombro y su mejilla mientras una cápsula blanca y diminuta brinca con energía de mano a mano ansiosa de zambullirse ya en huevo y patata.

lunes, enero 30, 2012

Arrodillado

Arrastrándose, con su dignidad metida en un bote y su orgullo triturado en el estómago, llegó a casa de ella, ese amor que tanto había denostado y ahora tan anhelado. Llamó a la puerta ya arrodillado y entre risas de delirio. Unas palabras rompieron su vacía carcajada.
-Me excita verte sufrir -. Una jadeante voz salía de dentro.
La puerta estaba abierta ahora. Pasó ansioso. En el mismo pasillo se encontraron y, como envenenados, se enredaron sin delicadeza, dando rienda suelta a sus más oscuros deseos. Aquellas paredes, de ahora en adelante empapeladas de sensualidad, guardarían para siempre la pasión salvaje del odio al amado. 

lunes, enero 23, 2012

Almendra caramelizada

Contemplaba tenso a Irene desde la lejanía que me permitían los cuatro metros de largo de nuestra cocina. Ella le daba vueltas al pastel, lo analizaba minuciosamente, como a cada alimento que pasa por sus manos de adolescente. Sus ojos veían el mundo desde una perspectiva que nunca me imaginé, y más lento, como si cada segundo nuestro ella pudiera aprovecharlo durante un minuto completo. Se llevó un trozo a la boca y lo saboreó tranquila pero intensamente. El blanco de sus ojos cobró un brillo especial. Ya estaba. Se me aceleró el pulso.
-Quiero ponerle pedazos de almendra caramelizada bajo el chocolate, y éste será caliente -dijo excitada–. Encontraremos la manera de hacerlo papá, ven aquí.
-Vamos allá Irene -. Le limpié un poco de harina que le adornaba la mejilla y me remangué decidido.

lunes, enero 16, 2012

Deja de cacarear

-Al diablo.
-Quique, no seas tozudo. Solo tienes que ser lógico y coherente en tus respuestas. Sabemos que estás bien ya. Deberías querer escapar de aquí, de este confinamiento, de este sin dios. Aquí no podrás tener una vida como la de ahí fuera, normal y corriente, como todo el mundo. Vamos, deja de cacarear y responde de nuevo. ¿A quién te gustaría abrazar al salir?

lunes, enero 09, 2012

Lobos todos

Nunca me pude deshacer de su aroma. Me llegó a taladrar el cerebro aquel día revuelto de primavera en que hacíamos el amor entre margaritas y amapolas, al cobijo del aire puro, del tiempo lento, de sus piernas abiertas. Rezumaba ese intenso olor a café, emanando de su piel tostada. Pensé que habría lobos oliéndolo a kilómetros que acudirían raudos a saborearlo. Imaginé que les rogaría que no nos hicieran daño, que les dejaría olerla un rato. Su sinceridad les hipnotizaría, como lo hizo conmigo y con tantos otros, lobos todos.

lunes, enero 02, 2012

¡Siete botes!

Paseaba cerca de la orilla del lago, algo deprisa y mirando al suelo. Una pequeña vibración me hizo parar. Metí la mano en el bolsillo y saqué el teléfono. Observé el correo electrónico en la pantalla. Tomé aire. Girándome hacia el lago adopté la posición adecuada y lo lancé cual salvaje energúmeno. Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis… y ¡siete! ¡Siete botes! ¡Toma ya! Tan pronto como las ondas se fueron disipando en el agua yo retomé mi camino, esta vez en dirección contraria, con la cabeza alta y con paso lento, pero firme.