Después de dos años publicando semanalmente sin descanso estoy algo atascado, agotado (quizás vosotros también), y siento la necesidad de dedicarme enteramente a nuevos proyectos, que los hay.
Con algo de dolor, pero con la satisfacción del que ha cumplido un reto y ha sido reconocido, este pasado lunes publiqué el último de los relatos de esta etapa tan... intensa... Y no lo pude hacer con otro relato que "Lluvia". Una persona tan especial merece esto y más.
El chiringo no se cierra del todo, así que cuando tenga algo que crea interesante lo compartiré con vosotros.
¡Muchísimas gracias por vuestra compañía en este precioso viaje!
Trozos de colores y melodía. Pedazos de amargura y tristeza. Cachitos de terror y melancolía. Porciones de sabor y grandeza. Texturas de amor y alegría. Desechos de llanto y pereza. Necesidad de grito y sueños. Microrrelatos (o lo que sea).
jueves, diciembre 20, 2012
lunes, diciembre 17, 2012
Lluvia
Cuando caigo soy capaz de
borrar el rastro de tu nostalgia. Cada gota de mí busca la vergüenza del
caminito que trazaste en la dirección errónea y la liquida. Soy tu payaso, tu
arlequín. Soy la carcajada en forma de lluvia. Dame tu risa, valiente.
lunes, diciembre 10, 2012
Despedida
Etéreo, certero, cardo, febril, callo, turbio, mustio, angosto, serpiente, costumbre, no tienes, ni quieres. Cabrón.
lunes, diciembre 03, 2012
Grullas
El viejo columpio soporta el balanceo de nuestros
cuerpos, encajados entre sí mientras hueles mi pelo con tu nariz curiosa. Te
huele a libertad. Te siento libre. Los hierros chirrían como impacientes grullas, emigrando desde el frío de la tierra que nos denostó, que no nos quiso, hacia esta
pradera cálida en la que retozamos alegres, tú y yo.
lunes, noviembre 26, 2012
La sombra
Era esa sombra la que no me
dejaba respirar. Yo, que creía que me daba alas, tan ignorante. El espejo del
baño me previno una vez. No entendí sus reflejos de cara cansada, sus
destellos de tristeza, sus brillos de angustia. Aún ahora me parece verla arrastrarse tras alguna esquina. Pero un trozo de ese espejo me ayuda a
reflejar brillantes rayos de sol sobre ella. Y se va. ¡Huye, cobarde! ¡Huye! Es ese trozo en el que veo asomar tus ojitos tras mi hombro.
lunes, noviembre 19, 2012
Botones perdidos
Es cuando te desabrochas
la blusa cuando más te deseo. Es ese el punto en el que te veo más frágil. Es
ese el momento en el que te sientes tan segura de ti misma que tu media sonrisa
se muestra incluso amenazante. Es excitante. Es preocupante. Es que la cama no
aguantaría mis embestidas sobre ti. Es que no lo puedo evitar.
lunes, noviembre 12, 2012
Delicatesen
Como en mi anterior vida
fui un gorrino pues no puedo dejar de retozar en la mierda del poco cariño que
me ofreces, solo de cuando en cuando. Y como acabé asado en un horno de Aranda
de Duero, cuando era lechal, pues me da la claustrofobia cuando me arrinconas y
te acaloras por esa gotita fuera del inodoro. Pero si me ofreces esos
pezoncitos, rositas y duritos, me deshago y caigo en tus brazos. Y tú, que en tu
otra vida fuiste, claramente, gourmet de prestigio internacional, aparte de
monja de clausura e inspectora de policía, no puedes resistirte a mi suculenta longaniza.
lunes, noviembre 05, 2012
Huyamos
El pasillo es un bullicio de gente que
trata de estirar las piernas, de exhibirse mirando al infinito o de ver al
chico más guapo del avión. Como rayos de sol en Escocia aparecéis tú y tus
curvas iluminando mis ojos, cansados de tanto ejecutivo aburrido, de tanto
sudoku sin terminar. Con tus afiladas uñas, te lanzas al cuello del sobrecargo
justo cuando abre la puerta del piloto.
– ¿Qué haces? – grito, con el pasaje
paralizado a mi alrededor.
– ¡Llevemos este cacharro lejos!
¡Quiero besarte allí! – gritas con su yugular casi entre tus dientes,
quitándolo de en medio.
Me abalanzo sobre el piloto sin
pensarlo, empuñando la cucharilla del té.
– ¡Vamos!
lunes, octubre 29, 2012
Fiebre del ladrillo
El reloj marca la una. Ella
intenta hacerse a la madrugada, de pasarla lo más rápido posible. Lo intenta en
vano. Tirita por tercera vez. Él enciende de nuevo la luz del pasillo. Abre la
puerta de su habitación. Ella se hace la dormida otra vez y oye sus pasos, muy
cerca ya. Vuelve a poner la mano en su frente, suave. Y de seguido ese beso que
le sabe a gloria, mejor que nunca. No se siente bien, pero ha decidido que no le dará más
dolores de cabeza, quiere que descanse, que duerma. Esta tarde, cuando escuchó
esa palabra, comprendió que algo no iba bien al ver la cara de Papá. ¿Qué querrá decir desahucio?
lunes, octubre 22, 2012
La madriguera
El gato y el ratón, eso es
lo que somos. Sacas tus uñas y arañas mi lomo de roedor cuando pienso en las
musarañas. Otras veces, con pasión animal, te clavo mis dientes
felinos en tu hocico de ratita presumida. Ambos movemos los bigotes cuando algo
no nos place, acompasados, y nos partimos de risa con Tom y Jerry. Pero rondando
el tejado de tu madriguera hace un frío de cojones y déjame decirte, me tienes
aquí fuera para que, cuando me dejes entrar, ya tenga el rabito tieso, ¿verdad?
lunes, octubre 15, 2012
Pequeñita fábula de la gallina
Érase una vez una gallina que vivía en un bonito corral. Las demás se reían de ella y
se mofaban sin cesar. Era objetivo de los corrillos de chismosas más
activos de toda la granja. Hablaban de ella los gansos, hablaban las ocas, las
ovejas y las vacas. Hasta los cerdos, que no son muy dados a hablar de los
demás, no podían resistir hacer comentarios. El problema de nuestra esta
gallina es que era inapetente, frígida y casta por vocación, y claro, siendo una gallina hay
que hacer honor a la fama que una tiene. Si no es así, pues cámbiate la “u” por una “a” y pásate a pata.
lunes, octubre 08, 2012
Más allá
Aún a mi lado, eres más
inalcanzable que nunca. No puedo dejar de amarte a pesar de todo aquello que nos destruyó, pero
es el recuerdo el que me dirige, el que me controla. Tú tratas ahora de
tocarme, de hablarme, de besarme. ¡Por todos los demonios! Deberías haberlo
hecho antes. Te das cuenta de lo tonta que fuiste, de lo mucho que me querías y
no lo demostraste por orgullo. Pues sigue intentándolo Candela, dale duro, que
cuando rompas tu caja de roble te queda la mía de pino.
lunes, octubre 01, 2012
Martirio
El rodar de tu maleta
cuando te marchaste retumba dentro de mi cerebro como si pasaras por encima de
todos esos baches, esas grietas que dejaste en mi materia gris, arañazos de tus
ausencias de viernes por la tarde. De vez en cuando ese ruido cruel cesa.
Entonces espabilo y te busco, con la esperanza de verte dado la vuelta intentando
encontrar mis ojos. Abro los brazos. Pero enseguida vuelve a sonar. Y es que solo
paras a comprobar que llevas tu horroroso reloj de platino. ¡Cómo me gustaría
hacer la rana en el río más profundo del mundo con ese puto reloj!
lunes, septiembre 24, 2012
Sangre juguetona
Mi hija pequeña me llama
desde su habitación. Lo hace con una voz que no parece
la suya. Si voy estará de espaldas y se dará la vuelta cuando menos lo espere, con
los ojos en blanco. Prefiero esperar bajo mis sábanas a que decida venir ella y
me apuñale. Oigo los muelles de su cama y luego sus pequeños pasos descalzos, con su entrañable cojera. Sólo
me queda la esperanza de que se quede charlando con el monstruo del armario. Si no es así tendré que jugar un rato con ella y no me quedará tiempo para salir y devorar un par de vírgenes.
lunes, septiembre 17, 2012
De chocolate en chocolate
Elsa alza la cabeza con dificultad y
lo ve entrar en la vieja estación de tren, ahora llena de cascotes por todos
lados. Se lo imagina con ocho palmos de altura, cuando corría con su bocadillo
de chocolate en la mano, risueño, vital. Lo recuerda juguetón y bromista hasta hartar.
Javi.
Javier llega con
dificultad a ella, le pone la papelina en la mano y se tira a su lado, cansado.
– ¿Dónde se quedó Javi? ¿Por
qué no me sigue dando ese trozo de su bocadillo?
lunes, septiembre 10, 2012
Ratoncito Pérez
Lucía llora acurrucada en su
cama. Empieza a no poder cumplir con la hipoteca. Román ronca a su lado. “En
qué puta hora”, piensa mientras lo mira de reojo. Daniel, escuchando en la
habitación de al lado, con una mano se toca su beso en la frente, aún caliente,
y con la otra se arranca el siguiente incisivo para acumularlo junto a los
otros bajo la almohada. El ratoncito rescatará a su madre.
lunes, septiembre 03, 2012
Fiesta zombi
Entro a trompicones refugiándome
de la tormenta y cierro la puerta del garaje tras de mí. Me quedo en silencio,
a oscuras, resoplando. Los relámpagos se cuelan bajo la puerta y los truenos no
me dejan oír bien ese ruido que… Joder, ¿por qué no se enciende la luz? Tiento
la pared hasta encontrar el interruptor manual. Huele a podrido. Entre
parpadeos de fluorescente averiado se pasea un globo, arrastrando un hilo que
deja un rastro líquido. Una voz infantil quebrada susurra a mi espalda, “te
estábamos esperando… necesitamos brazos”.
lunes, agosto 27, 2012
Camisa de once varas
–No me gusta como caza la perrita–, murmuró Samuel mientras sorbía, con
pajita, su zumo de piña y uva. Se sentía “removío”, como solía decir él.
Salió a la calle mirando al cielo, de medio lado. Desconfiado, avanzó y
llegó a la plaza, su plaza. Pero, ¿dónde estaba su plaza? ¿Dónde estaban sus leones
de la fuente? Esos que unos días le recibían tristes y otros alborozados, que
unas mañanas bostezaban y otras entornaban los ojos, como cegatos. Los que le
ronroneaban cuando recordaba su mocerío y que todas las tardes le sermoneaban a
su salida del casino del pueblo. ¡Se los han cambiado! Les han pintado cara de
burgués, de serio notario nazarí, siempre mirando como… como al enemigo.
Se sentó frente a la fuente y al cabo de un rato comenzó a troncharse de risa.
Pepe pasaba por allí de vuelta de la huerta.
– ¿Te hace gracia algo u qué, artista? –, preguntó Pepe.
– ¡Ay si fuera yo quinto, Pepe! ¡Ay si fuera quinto!
– ¿A qué viene eso Samuel?
–Te invito a un chato vino y echamos una parlaíta, Pepe.
–Tiras de mí con un hilo felpa y no se rompe, Samuel.
Fueron juntos hacia el casino.
–Oye
Pepe, ¿tú sabes lo que es el Ecce Homo?
lunes, agosto 20, 2012
Castillos de arena
Desde dentro del mar se te ve
de otra forma, tan exuberante, ahí tumbada en tu toalla. Con la perspectiva
adecuada, te odio amor mío. Mientras tú hojeas el Cosmopolitan yo, sin
identidad, salto las olas haciendo tonterías para llamar tu atención. Solo
consigo atraer niños con madres con tus gustos, con tu actitud. Por cierto, si me haces otro castillo de arena,
lima las aristas un poco, que se me clavarán por todos lados cuando todo se venga abajo de nuevo.
lunes, agosto 13, 2012
El biombo
Se asoma por encima del biombo. El olor
a tequila le llega como un puñetazo. La abofetearía de forma salvaje, la
gritaría hasta desgañitarse, la dejaría allí a su suerte y correría sin parar
en dirección contraria durante días. Ella se gira y deja caer su mano muerta,
colgando del catre. Jorge ahoga un grito. Ella reacciona abriendo los ojos por
un instante. Su mirada pide perdón. Jorge baja aprisa de la banqueta. Entrelaza sus dedos con los de ella. Y ahí quedan, marcadas para siempre, las huellas dactilares del asesino de su infancia.
lunes, agosto 06, 2012
El origen
–Pueblos de La Galaxia. Hoy cambiamos
el rumbo de la historia–, sentenció TZ42.
Todo el hangar, con decenas de naves
interestelares, rompió en grotescos sonidos de celebración. Las tribus de robots
por fin sacaban provecho a un periodo prolongado de paz.
La pantalla líquida se hizo
transparente y todos pudieron verlo por primera vez.
–Aquí está. El primer prototipo de ser humano
está listo. Su nombre, ¡Mono!
lunes, julio 30, 2012
Reciclaje de canallas
Ella sale corriendo a la calle y tira la basura con rabia. Acartonado,
en el fondo del contenedor azul, él deshace los aviones de papel arrugados para
releer las cartas de amor que la envió, mientras en el verde, aquel caro
perfume que la regaló pelea su sitio con botellas de vino malo. Cartones de leche
agria bailan en el amarillo con la máscara que ella se acaba de quitar. Y en la
basura orgánica, en bolsas negras separadas, sus corazones, necrosados.
lunes, julio 23, 2012
Verano
-Se está mejor en pelotas-, dice Víctor, boca arriba, mientras un centenar de gotas se deslizan por su piel hasta morir evaporadas en la roca caldeada.
Juan le mira un momento desde el arroyo y sonríe. Se sumerge de nuevo para perseguir esa culebrilla de agua que se le resiste. De vacío, sale a respirar y va a tumbarse junto a Víctor. Deja caer un brazo para tocar el agua con un dedo. Ambos aguantan sin hablar durante un buen rato. El tiempo no pasa, se congela, se alía con ellos en un bucle cómplice de la niñez.
La sombra de un halcón recorre los párpados de Víctor como queriéndo abrírselos. Él intenta evitarlo. Pero siente a su amigo a su lado.
-Juan.
- ¿Qué?
- ¿Qué crees que sentirá cuando la bese esta noche?
Juan le mira un momento desde el arroyo y sonríe. Se sumerge de nuevo para perseguir esa culebrilla de agua que se le resiste. De vacío, sale a respirar y va a tumbarse junto a Víctor. Deja caer un brazo para tocar el agua con un dedo. Ambos aguantan sin hablar durante un buen rato. El tiempo no pasa, se congela, se alía con ellos en un bucle cómplice de la niñez.
La sombra de un halcón recorre los párpados de Víctor como queriéndo abrírselos. Él intenta evitarlo. Pero siente a su amigo a su lado.
-Juan.
- ¿Qué?
- ¿Qué crees que sentirá cuando la bese esta noche?
lunes, julio 16, 2012
12º de beso
Dame tu boca en cuanto puedas. Me urge. Te veo disfrutar
esa copa de vino y pienso que la saborearé cuando tus labios tan carnosos y
cálidos acaricien la mía, ansiosa de amor. Sé que no será igual, sé que será aún
mejor. Le añadirás el peso del roble de tu experiencia y la frescura y exotismo
de los frutos rojos de tu pasión. El sensual calor del susurro de tu aliento
dejará, en esta amalgama de cosquillas impacientes, ese retrogusto que no podré
olvidar jamás.
lunes, julio 09, 2012
La princesa y el emigrante
De pronto, me encontré
delante del molino, imponente, avanzando a contracorriente, con mi cabeza en lucha mortal con mi corazón, y con tu último beso en mi mejilla
izquierda. Tus ojitos están clavados en la espalda que tantas veces te sostuvo, fijos en mi pelo, del que tiraste entre carcajadas, pequeña. Al pasar bajo esas aspas
amenazantes me giro para verte de nuevo. Tus lágrimas riegan el hogar que dejo.
Estate tranquila mi bien, porque brotarán en forma de cartas de papá, de historias de amistad y de cuentos
de viajes. Y, el día que menos lo esperes, una de ellas crecerá mágicamente y,
cuando despiertes, el viento del norte me habrá traído para abrazarte de nuevo,
princesa.
lunes, julio 02, 2012
No entraba en sus planes
Viendo como
la lavadora da vueltas. Así es como se encuentra ahora el héroe de la aventura
cotidiana de vencer la paciencia ajena. Se siente impotente, frustrado, en un
momento inédito en su corta vida. Pero esta vez ella ha sido demasiado
orgullosa como para dar su brazo a torcer y dejar que se saliera de nuevo con
la suya. Quizás sea el momento, piensa, de apelar al amor maternal para
recuperar su status quo. Lo intenta con ojos de gatito triste. Pero mamá no
cede. ¿Será verdad que lo de crecer va en serio?
lunes, junio 25, 2012
Tatuaje rojo pasión
Mi nombre,
tatuado en tu piel, es delicatesen para mis labios cuando recorren tu cuerpo
tendido. Me excita hasta el desespero el María José que te rodea el cuello en verde
cursiva, como una serpiente. El Pepa en mayúsculas, rodeadas de fuego, resalta
los músculos de tu pierna derecha, la que siempre fue mi favorita. Me vuelve
loca, sobre todo, el Mari que te acabo de tatuar, en tu pecho lleno de miedo, dentro
de un corazón de color rojo vivo, y que me hará soñar con tu calor cada noche
hasta que te encuentren. Deberías darme las gracias en lugar de estar ahí
sollozando como un mierda. No me pidas más que te desate, traidor.
lunes, junio 18, 2012
Por encargo
-Un vaso de agua por favor-, le dice, con la boca seca, al camarero.
Se mira fugazmente el bolsillo y se tranquiliza un poco más. Lo que quiere ocultar no asoma. Su corazón comienza a latir más despacio poco a poco. La cicatriz de su cuello le pica, como cada vez que se altera, como cada vez que ejecuta. No se rasca. Mira a ambos lados de la barra. A la izquierda un borracho mira su bragueta inofensiva. A la derecha está ella, la mujer de cutis perfecto, vestida de verde esperanza y con oscuras gafas de sol. Él sabe que le está mirando y asiente. La mujer sonríe y se dirige a la puerta. Al pasar a su lado choca con él y continúa su camino. Ahora, ese bolsillo, con la foto ensangrentada y un nuevo sobre, perfumado, se torna más macabro que nunca.
Se mira fugazmente el bolsillo y se tranquiliza un poco más. Lo que quiere ocultar no asoma. Su corazón comienza a latir más despacio poco a poco. La cicatriz de su cuello le pica, como cada vez que se altera, como cada vez que ejecuta. No se rasca. Mira a ambos lados de la barra. A la izquierda un borracho mira su bragueta inofensiva. A la derecha está ella, la mujer de cutis perfecto, vestida de verde esperanza y con oscuras gafas de sol. Él sabe que le está mirando y asiente. La mujer sonríe y se dirige a la puerta. Al pasar a su lado choca con él y continúa su camino. Ahora, ese bolsillo, con la foto ensangrentada y un nuevo sobre, perfumado, se torna más macabro que nunca.
lunes, junio 11, 2012
La fotografía
Dicen que pudo ser allí mismo donde
comenzó todo, que se pudieron conocer hacia el amanecer. Se cuenta que pudo
ocurrir a propósito, que es posible que fuera un plan, que podría tratarse de
una escena mil veces ensayada. Quizás llevaban un año o, por qué no, un lustro,
pensando en los detalles. Mucha gente desconfía de sus propósitos, ocultos,
insoportablemente desconocidos. Ellos, sentados frente a frente, en la hierba
húmeda, se miran, se hablan y se escuchan. La realidad es que solo existen los
tres palmos que separan sus labios, esos que si se acortan pararán sus mundos.
lunes, junio 04, 2012
Amor verdadero
Coqueteó con la muerte y la abrazó
con todas sus fuerzas. ¿Por qué arriesgar si no es por el amor de tu musa? Ahora
estarán eternamente juntos, enroscados, como siempre soñó. Los sueños hay que perseguirlos convencido hasta cumplirlos.
lunes, mayo 28, 2012
Entre oscuras montañas
Al principio caminaba sin rumbo pero ya encontré ese valle florido donde las margaritas acarician mis pies descalzos sin hacerme cosquillas. A cada paso que doy decenas de ellas son deshojadas y siempre sale que sí, que me quieres. Cantos de sirena para mis ansias de ti, de escuchar tu voz pausada, la que marca el ritmo en los latidos de mi pecho. Me tumbo mirando hacia arriba. Allá, muy alto, planea majestuoso un buitre negro. ¡Ven buitre! Ven y devora los despojos de lo que fui. Ven y bésame.
lunes, mayo 21, 2012
El espejo
Hoy, al acercarme al pozo de
mi patio, las gárgolas de mi caja torácica comienzan a revolotear sobre mi
corazón. La sensación de hormiguillo es casi insoportable. Intuyo lo que veré
esta mañana de febrero, tan fría como tus holas y adiós. Cada día el reflejo de
su agua desnuda mi alma sin compasión. Me asomo al brocal. Miro hacia abajo. Acierto.
Te veo abrazado a ella. Aún. Pero de alguna manera este ritual, a primera hora,
me ayuda a enfrentarme a mí misma, a ese ser obsceno que te quiere desde la
distancia de un suspiro. Sí, me ayuda a dejarte ahí, en lo más profundo.
lunes, mayo 14, 2012
Esclavo
Al acercarme a ella noté
como preparaba sus labios para el contacto, como sus músculos se tensaban
levemente, como su respiración se congelaba con mi olor inundando sus anchos
pulmones. Una vez más aquella fuerza cruel e inhumana, de la que soy esclavo,
me obligó a besarla tibiamente en la mejilla. Su piel erizada me rasgó como
lija y puso de nuevo en marcha los engranajes de mi ya rutinario pero
insoportable sufrimiento.
lunes, mayo 07, 2012
Coitus interruptus
Sueño que le hago el amor a mi
antigua monitora de yoga. Un ruido me despierta cuando ella empieza a gemir. El
simpático vecino de arriba dejó caer algo de sus manos de mantequilla a las
tres de la madrugada. Al minuto va al servicio y escucho con extrema nitidez
como su orina cae contra el agua del inodoro. Me calzo mis zapatillas con forma
de vaca que me regaló mi primo el de Suiza. Salgo y subo las escaleras. Llamo a
la puerta del vecino. Abre sin preguntar. Entreabre los labios, entrecierra los
ojos. Está satisfecho por haberme despertado. Paso con él a su piso. Con
sorprendente facilidad lo cojo y lo lanzo por la ventana. Ahora hace mucho sol
fuera. Vuela despacio hasta posarse en un prado lleno de terneros. Uno de ellos
grita, “¡Al montón!”. Todos se tiran encima de él. Ríen. Antes de volver a su
pasto, depositan sus excrementos sobre mi vecino, que lucha por respirar y no
puede evitar tragar el delicioso elixir. Mi zapatilla izquierda se descojona de risa.
Me despierto de nuevo. Voy a tomarme un vasito de leche, sentido homenaje a esos benditos terneritos.
lunes, abril 30, 2012
El armario
Por fin quietas, tus piernas,
que no dejaban de golpear el suelo repetidamente, a la misma velocidad a la que
querías que me callara y me largara de allí para siempre. Pero esta vez dobladas
y sin fuerzas, oyendo tus sollozos y súplicas, recogiendo tus lágrimas frente a
mi armario, ahora desconsoladamente vacío.
lunes, abril 23, 2012
Le encantaba esa palabra
Daniel bajó de su Honda. Miró bien donde pisaba, por si algún
cabrón hijo de puta habría dejado allí la mierda de su asqueroso perro. Avizoró
para ver el nombre de la calle y no pudo verlo con claridad e imaginó a los putos
inútiles del Ayuntamiento colocando la cerámica. En lugar de ayudar se dedicaban a joder y putear a
la gente trabajadora como él. No se encontraba bien. Recordó los taimados ojos
del médico que ayer le recomendó tomar una aspirina si le dolía algo y que no
le diera más importancia. Ese incompetente seguro que le jodió. Estaba
ensimismado en su enfermerita de pechos firmes que le esperaba para tomar un
café de mierda que, pensó, debía saber a puro orín de lagarto indonesio.
Y pensando en sus cosas llegó caminando a su destino,
fijó su mirada y leyó.
–“Dr. Manuel José Becerra Sabina. Psicoterapia”. Aquí es.
Por un segundo se quedó mirando la placa del doctor.
–Apostaría a que el mierda que puso esta placa tan torcida
estudió con el ojete. ¡Ojete! ¡Ojete!
Le encantaba la palabra ojete.
lunes, abril 16, 2012
El mendigo
Otro semáforo. Paro mi coche con suavidad.
No quiero que se despierte Manuel. Acaba de abandonar su cama con dulce pereza. Suelo contar los semáforos mentalmente. Esta mañana, cinco en indulgente verde, dos en amenazante naranja
parpadeante, y éste, el octavo, en rojo. Rojo de exuberante ejecutiva con altos
tacones, rojo de señora mayor con carrito de la compra, rojo de chavales con
mochilas envueltos en bufandas. Rojo de ese hombre bien vestido que toca la
ventanilla con un paquete de pañuelos de papel en la mano. Niego con la cabeza.
Se va al coche de al lado.
– ¿Es un mendigo? –. Manuel ha
despertado.
–No se Manuel. Está limpio y
afeitado, es raro–, suelto por la boca.
–Quizás sea su primer día, papá.
Verde. Cruel verde. Acelero. Manuel ya no se duerme.
lunes, abril 09, 2012
La profesora de lengua
Brillante como el nácar, tu pelo
negro me hipnotiza. Me saca de quicio como lo desaprovechas con ese rapado
ridículo que la tonta de Julia te sugiere, por no decir que te obliga a
hacerte en la peluquería del final de nuestra calle. La calle que nunca
quisiste recorrer conmigo de la mano al salir del colegio. Me amabas en secreto
y nunca supe entenderlo. Pero sigue sin importarme. Tú sólo ven a mi cama esta
noche, como cada ansiado martes. Pensar en tí, abrazada a mi gatito de trapo ya
treintañero, me regala imágenes de aquellas miradas furtivas en la puerta de esta
escuela. Esa en la que hoy traté de enseñar a tus hijos el significado de la palabra paradoja.
lunes, abril 02, 2012
Carmín amargo
Como huellas de pájaro en la
nieve quedaron sus caricias en mi piel más sensible. Cada vez que mi vello se
eriza se marcan con una claridad espantosa. Me pican cuando releo sus cartas.
Me arden cuando recuerdo su lengua bajando por mi torso. Me duelen cuando
revivo mis escaladas por su cuerpo, repleto de deliciosas montañas de caramelo
y ríos de miel. Camino desnudo sin abrigo por la calle para evitar mi deshielo.
Incluso he comprado un arcón congelador para pasar mis noches solitarias. Ha
quedado precioso en el salón, al lado del sofá del que se encaprichó y que
manchó de carmín justo antes de escupir el último trozo de mi pecho y largarse.
lunes, marzo 26, 2012
Naranja vivo
Gotas de temor y expectación rezumaban de
sus poros. El grosor de las venas de su frente delataba su tensión. El fallo no
era una opción para él. Por un momento pensó que la perdía. Cruel espejismo. La
recuperó. “Te tengo preciosa mía”, pensó.
La sacó de la sartén, y tras dos
suaves y prolongados soplidos, se la llevó a la boca. Cerró los ojos. La
saboreó lentamente. El pecho se le encogió. Pudo volver a ver cómo, con diez
años, le llevó a su padre aquel ejemplar pisoteado de esa seta naranja que
tanto buscaba cada fin de semana, y cómo al verla, solo pudo quedarse quieto,
sin palabras, con los ojos brillantes.
Una lágrima se dejó llevar por la
gravedad, caótica en su camino.
-Por ti papá-, dijo mirando hacia arriba.
lunes, marzo 19, 2012
El cardiólogo
Y además nos hace daño con
sus patitas llenas de pelitos irritantes. Esta araña deberá estar bien encerrada
en un sitio seguro. Peque, busca una buena casita para nuestra cómplice. Pero
mírame Javier, que te estoy leyendo los pensamientos, no quiero que la metas en
la caja de mis zapatos favoritos como con papá. Recuerda que, en su funeral, el
cardiólogo nos recomendó evitar estas sorpresas en la familia.
lunes, marzo 12, 2012
Sin punto de encuentro
Igual que lo hacen las
ballenas. Canto y espero que me oigas a kilómetros bajo el agua, ese agua tan
densa que nos separa y que a veces se enturbia como la cerveza de trigo que
tomábamos juntos en aquella taberna, hipnotizados por el olor a madera vieja.
No oigo tu respuesta. Ese silencio vuelve como el maldito arpón que mató a Moby
Dick, sin piedad. Sólo cuando salgo a respirar me parece oír tu graznido,
lejano. Vuelas muy alto. Ahora comprendo que cuando alce el vuelo tú te escurrirás
por algún río subterráneo, o peor aún, estarás enroscada en alguna rama de espino.
lunes, marzo 05, 2012
Chaleco salvavidas debajo de su asiento
Mi primer vuelo. ¡Qué guapas son las
azafatas aquí! ¡Y cuánto cartelito!
“Chaleco salvavidas debajo de su
asiento”.
- ¿Me deja su DNI si no le importa?
“Abróchese el cinturón mientras esté
sentado”.
- ¿Le retiro eso por favor?
“Salida. Exit”.
-Disculpe, sea tan amable de apagar
su teléfono.
“Para su seguridad”.
- ¿Quiere algo de la carta menú?
“Ejemplar gratuito para el viajero”.
-Perdone, le repito que tiene que
apagar eso.
Miro a la azafata. Me mira. Estoy seguro
que quiere comerme.
“Te besaría con todas mis fuerzas”, leo en su
frente.
lunes, febrero 27, 2012
Esos sueños
Once libros y una revista decoran
desordenadamente mi mesita de noche. Mi teléfono móvil se aparta exhausto pero
a regañadientes al final del día, dejándoles acaparar mi atención por unos
minutos.
Isaac Asimov empieza a contarme
maravillas sobre Tales de Mileto y al rato me hipnotiza con las leyes de la
robótica. “Empiezan a gustarme los robots”, me dice Lorca. “Y a mí la poesía”,
comenta Platón desde la caverna. “Duérmase usted”, me sugiere, con gran sentido
común, Sancho Panza.
Allí, en esos sueños, me esperas tú, como todas
las noches.
lunes, febrero 20, 2012
El cabo suelto
El silencio inundaba la estancia.
-Veo junto a su reloj unos números grabados en su piel.
-Sí, tenues, pero es legible. ¿El asesino nos quiere decir algo?
- ¡No nos quiere decir nada! ¡No hay asesino! ¡Hay una mujer atormentada que no pudo más! ¿Me has entendido?
-Está bien. Reportaré el suicidio... ¿dónde?
-Ya veremos.
En una hora la casa del juez estaba impoluta, como antes de la bacanal.
Pero unos ojitos seguían pegados a la rendija de la puerta del armario.
Pero unos ojitos seguían pegados a la rendija de la puerta del armario.
lunes, febrero 13, 2012
Julio
Me despierto de la
pesadilla de julio en una mañana tórrida de agosto que comienza para mí con la
música de “La chica de ayer”, de Nacha Pop, en la emisora de radio que me
autocensuro. Quizá dejaste el dial ahí a propósito sabiendo que lo primero que
hago cuando abro el ojo es darle a ese botoncito gris perla que hoy me
traiciona. Un julio que transcurría generoso e irreal, con ese regusto amargo
de los momentos previos a la inevitable tragedia. Un julio que comenzó de la peor
manera posible, besándote.
lunes, febrero 06, 2012
Huevo y patata
-¿Cuándo llegarás cariño? –pregunta
María con un pequeño e incontenible tembleque en una de sus piernas.
-Sobre las nueve o así. Estoy
cansado. Tenme preparado el baño, ¿vale? Y haz esa tortilla tuya –dice
Jesús–, a ver si te sale hoy mejor que el otro día. Joder, casi vomito.
-Disculpa amor, hoy te vas a relamer –replica
María, con el teléfono entre su hombro y su mejilla mientras una cápsula blanca
y diminuta brinca con energía de mano a mano ansiosa de zambullirse ya en huevo
y patata.
lunes, enero 30, 2012
Arrodillado
Arrastrándose, con su dignidad metida en un bote y
su orgullo triturado en el estómago, llegó a casa de ella, ese amor que tanto
había denostado y ahora tan anhelado. Llamó a la puerta ya arrodillado y entre
risas de delirio. Unas palabras rompieron su vacía carcajada.
-Me excita verte sufrir -. Una
jadeante voz salía de dentro.
La puerta estaba abierta ahora. Pasó ansioso. En
el mismo pasillo se encontraron y, como envenenados, se enredaron sin
delicadeza, dando rienda suelta a sus más oscuros deseos. Aquellas paredes, de
ahora en adelante empapeladas de sensualidad, guardarían para siempre la pasión
salvaje del odio al amado.
lunes, enero 23, 2012
Almendra caramelizada
Contemplaba tenso a Irene desde la lejanía que
me permitían los cuatro metros de largo de nuestra cocina. Ella le daba vueltas al pastel,
lo analizaba minuciosamente, como a cada alimento que pasa por sus manos de adolescente. Sus
ojos veían el mundo desde una perspectiva que nunca me imaginé, y más lento, como
si cada segundo nuestro ella pudiera aprovecharlo durante un minuto completo.
Se llevó un trozo a la boca y lo saboreó tranquila pero intensamente. El blanco de sus ojos
cobró un brillo especial. Ya estaba. Se me aceleró el pulso.
-Quiero ponerle pedazos de almendra
caramelizada bajo el chocolate, y éste será caliente -dijo excitada–. Encontraremos la manera de hacerlo papá, ven aquí.
-Vamos allá Irene -. Le limpié un poco de
harina que le adornaba la mejilla y me remangué decidido.
lunes, enero 16, 2012
Deja de cacarear
-Al diablo.
-Quique, no seas tozudo. Solo tienes que ser lógico y coherente en tus respuestas. Sabemos que estás bien ya. Deberías querer escapar de aquí, de este confinamiento, de este sin dios. Aquí no podrás tener una vida como la de ahí fuera, normal y corriente, como todo el mundo. Vamos, deja de cacarear y responde de nuevo. ¿A quién te gustaría abrazar al salir?
-Quique, no seas tozudo. Solo tienes que ser lógico y coherente en tus respuestas. Sabemos que estás bien ya. Deberías querer escapar de aquí, de este confinamiento, de este sin dios. Aquí no podrás tener una vida como la de ahí fuera, normal y corriente, como todo el mundo. Vamos, deja de cacarear y responde de nuevo. ¿A quién te gustaría abrazar al salir?
lunes, enero 09, 2012
Lobos todos
Nunca me pude deshacer de su
aroma. Me llegó a taladrar el cerebro aquel día revuelto de primavera en que
hacíamos el amor entre margaritas y amapolas, al cobijo del aire puro, del
tiempo lento, de sus piernas abiertas. Rezumaba ese intenso olor a café,
emanando de su piel tostada. Pensé que habría lobos oliéndolo a kilómetros que
acudirían raudos a saborearlo. Imaginé que les rogaría que no nos hicieran daño,
que les dejaría olerla un rato. Su sinceridad les hipnotizaría, como lo hizo
conmigo y con tantos otros, lobos todos.
lunes, enero 02, 2012
¡Siete botes!
Paseaba cerca de la orilla del
lago, algo deprisa y mirando al suelo. Una pequeña vibración me hizo parar.
Metí la mano en el bolsillo y saqué el teléfono. Observé el correo electrónico
en la pantalla. Tomé aire. Girándome hacia el lago adopté la posición adecuada
y lo lancé cual salvaje energúmeno. Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis… y
¡siete! ¡Siete botes! ¡Toma ya! Tan pronto como las ondas se fueron disipando
en el agua yo retomé mi camino, esta vez en dirección contraria, con la cabeza
alta y con paso lento, pero firme.
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