lunes, noviembre 26, 2012

La sombra

Era esa sombra la que no me dejaba respirar. Yo, que creía que me daba alas, tan ignorante. El espejo del baño me previno una vez. No entendí sus reflejos de cara cansada, sus destellos de tristeza, sus brillos de angustia. Aún ahora me parece verla arrastrarse tras alguna esquina. Pero un trozo de ese espejo me ayuda a reflejar brillantes rayos de sol sobre ella. Y se va. ¡Huye, cobarde! ¡Huye! Es ese trozo en el que veo asomar tus ojitos tras mi hombro.

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