Trozos de colores y melodía. Pedazos de amargura y tristeza. Cachitos de terror y melancolía. Porciones de sabor y grandeza. Texturas de amor y alegría. Desechos de llanto y pereza. Necesidad de grito y sueños. Microrrelatos (o lo que sea).
lunes, noviembre 12, 2012
Delicatesen
Como en mi anterior vida
fui un gorrino pues no puedo dejar de retozar en la mierda del poco cariño que
me ofreces, solo de cuando en cuando. Y como acabé asado en un horno de Aranda
de Duero, cuando era lechal, pues me da la claustrofobia cuando me arrinconas y
te acaloras por esa gotita fuera del inodoro. Pero si me ofreces esos
pezoncitos, rositas y duritos, me deshago y caigo en tus brazos. Y tú, que en tu
otra vida fuiste, claramente, gourmet de prestigio internacional, aparte de
monja de clausura e inspectora de policía, no puedes resistirte a mi suculenta longaniza.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Un karma agridulce para el gorrino jaja. Enhorabuena!
ResponderEliminarEstrella.
¡Gracias Estrella! ¡Viva la suculección!
ResponderEliminar