lunes, noviembre 12, 2012

Delicatesen

Como en mi anterior vida fui un gorrino pues no puedo dejar de retozar en la mierda del poco cariño que me ofreces, solo de cuando en cuando. Y como acabé asado en un horno de Aranda de Duero, cuando era lechal, pues me da la claustrofobia cuando me arrinconas y te acaloras por esa gotita fuera del inodoro. Pero si me ofreces esos pezoncitos, rositas y duritos, me deshago y caigo en tus brazos. Y tú, que en tu otra vida fuiste, claramente, gourmet de prestigio internacional, aparte de monja de clausura e inspectora de policía, no puedes resistirte a mi suculenta longaniza.

2 comentarios:

  1. Un karma agridulce para el gorrino jaja. Enhorabuena!
    Estrella.

    ResponderEliminar
  2. ¡Gracias Estrella! ¡Viva la suculección!

    ResponderEliminar