lunes, septiembre 24, 2012

Sangre juguetona

Mi hija pequeña me llama desde su habitación. Lo hace con una voz que no parece la suya. Si voy estará de espaldas y se dará la vuelta cuando menos lo espere, con los ojos en blanco. Prefiero esperar bajo mis sábanas a que decida venir ella y me apuñale. Oigo los muelles de su cama y luego sus pequeños pasos descalzos, con su entrañable cojera. Sólo me queda la esperanza de que se quede charlando con el monstruo del armario. Si no es así tendré que jugar un rato con ella y no me quedará tiempo para salir y devorar un par de vírgenes.

4 comentarios:

  1. Me encanta! Tim Burton Rules! Jajajaja! Ánimo para el siguiente. Estrella

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  2. ¿Y cuándo separamos un minuto de otro?, ¿es la posición de la aguja de un reloj la que marca el tempo?, igual no tenemos ni puta idea de lo que eso significa, pero a veces ocurre...es esa sensación del vuelo de una libélula detrás de tu pelo o un pensamiento súbito que proviene de fuera de ti, y es ahí cuando todo cobra sentido, y el tiempo se para construyéndose tú propio universo.

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  3. Muchas gracias Estrella! Jeje, qué bueno lo de Tim Burton! Algo tengo de bizarro, o mucho.

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  4. Anónimo, me ha gustado lo que has escrito aquí. ¡Asómate a esta ventanita de vez en cuando y construye uno de esos pequeños (o no) universos por favor!

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