lunes, agosto 08, 2011

Grabado en púrpura

Frente a la ventana ve como los trenes se marchan de la estación. Esa estación que podría ser la vida por la que deambula. Vio como se fue el tren del amor, un día sin avisar, a una hora impredecible y no para de mirar las pantallas buscando el horario de vuelta sin ver información por ningún lado. Contempló, sin moverse, cómo un tren llevando dentro su cuerpo juvenil partía lentamente, sin prisa pero sin pausa. Aún puede verlo moviéndose despacio al final del andén. Si echara a correr lo alcanzaría sin problemas. Se fija en el horizonte y ve llegar una locomotora seguida de infinidad de vagones. Es enorme, preciosa, dorada y tiene las letras de su nombre grabadas en púrpura. Carpe Diem, alcanza a leer. Le da miedo. La locomotora pasa de largo como todos los días. Nadie saca billete en esa parada.

3 comentarios: