lunes, mayo 07, 2012

Coitus interruptus

Sueño que le hago el amor a mi antigua monitora de yoga. Un ruido me despierta cuando ella empieza a gemir. El simpático vecino de arriba dejó caer algo de sus manos de mantequilla a las tres de la madrugada. Al minuto va al servicio y escucho con extrema nitidez como su orina cae contra el agua del inodoro. Me calzo mis zapatillas con forma de vaca que me regaló mi primo el de Suiza. Salgo y subo las escaleras. Llamo a la puerta del vecino. Abre sin preguntar. Entreabre los labios, entrecierra los ojos. Está satisfecho por haberme despertado. Paso con él a su piso. Con sorprendente facilidad lo cojo y lo lanzo por la ventana. Ahora hace mucho sol fuera. Vuela despacio hasta posarse en un prado lleno de terneros. Uno de ellos grita, “¡Al montón!”. Todos se tiran encima de él. Ríen. Antes de volver a su pasto, depositan sus excrementos sobre mi vecino, que lucha por respirar y no puede evitar tragar el delicioso elixir. Mi zapatilla izquierda se descojona de risa. Me despierto de nuevo. Voy a tomarme un vasito de leche, sentido homenaje a esos benditos terneritos.

6 comentarios:

  1. has visto lost in traslation?

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  2. Cinco veces, la última anoche. Y la volveré a ver otras cinco. Seguro que después me seguirán quedando ganas. Y así. ¿Estás en la preproducción de la segunda parte?

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  3. tan cerca,tan lejos! misterio y morbo,pasión y prohibición..la sexta la vemos juntos? Manucha

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  4. el lugar es lo menos importante porque se puede viajar con la imaginación! la cercanía de 2 mentes y 2 cuerpos es la respuesta! estuvimos cerca pero separados, cambiara?

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  5. Cuando la vea yo te avisaré. Si puede ser con tiempo, ¡¡para que no tengas que meterte a youtube a la desesperada!! jeje

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