lunes, mayo 21, 2012

El espejo

Hoy, al acercarme al pozo de mi patio, las gárgolas de mi caja torácica comienzan a revolotear sobre mi corazón. La sensación de hormiguillo es casi insoportable. Intuyo lo que veré esta mañana de febrero, tan fría como tus holas y adiós. Cada día el reflejo de su agua desnuda mi alma sin compasión. Me asomo al brocal. Miro hacia abajo. Acierto. Te veo abrazado a ella. Aún. Pero de alguna manera este ritual, a primera hora, me ayuda a enfrentarme a mí misma, a ese ser obsceno que te quiere desde la distancia de un suspiro. Sí, me ayuda a dejarte ahí, en lo más profundo.

2 comentarios:

  1. lo importante siempre deja huella y es bonito recordar y sonreír o llorar..lo importante te hace sentir;simplemente. Manucha

    ResponderEliminar
  2. De verdad que siento lo mismo Manucha. Es sencillo. Es complicado. Es simple. Es la hostia de difícil.

    ResponderEliminar