lunes, enero 31, 2011

Alfileres

El más absoluto hedonismo rezuma en el ambiente entre todo el olor que desprenden esos cuerpos entrelazados y ligados por el deseo. Deseo que mana de la idea de posesión de aquello que en el fondo se quiere violentar. Fluyen esos pensamientos capaces de hinchar todas las venas, por las que corren, rápidos, los punzantes alfileres del amor.

4 comentarios:

  1. Cuando fluyen de esa manera, las arterias no dejan que las venas curren y mis extremidades se endurecen hasta dar cuenta de lo que soy; un jodido tio
    Bender.

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  2. Tio Bender, me gusta como escribes.

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  3. El amor, "violencia dulce" como diría Baricco.
    ¡Muy buen relato!
    E.

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