lunes, abril 18, 2011

La de los tocados del ala

Esta donde nos encontramos es, dicen, la habitación de los tocados del ala. Apenas se comunica nadie con nosotros, sólo vemos una nerviosa mano que nos deja, bajo la fría puerta, una bandeja con la ración diaria de miradas perdidas, prisas por llegar a no se sabe donde y frases sin sentido. Al lado oímos gritos inconexos, debe ser una habitación para abogados de los pobres, pensamos. A veces nos sentimos tristes por ellos, nos parecemos. Al otro lado no se oye nada. Debe ser la habitación para la gente que está contenta con lo que tiene y, muy a menudo, aquí discutimos sobre si estará vacía o llena. Nunca hay consenso.

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