- Tomaré pescado, tengo que mantenerme en forma.
- Tenemos mero en el menú señor.
- Perfecto.
Cuando llegó mi segundo, miré el plato y tomé el primer bocado. Suspiré. Llamé al camarero.
- Disculpe. Esto es emperador. Usted me dijo que tenían mero.
- No señor, es mero.
- Perdone que insista, es emperador.
- Es mero señor. O eso nos dijo el pescadero -. Rió.
Fue entonces señor juez cuando, en defensa propia y del bien común, quemé ese puto restaurante.
"En defensa propia". Toma 2.
ResponderEliminarA pesar de mi jefe salí a comer con una mueca risueña en la cara. Me senté tranquilo en la mesa, solo. Mi momento.
Tomaré pescado hoy.
Tenemos mero en menú.
Perfecto mira oye tú.
Volando y raudo voy.
Cuando llegó mi segundo, miré el plato y tomé el primer bocado. Suspiré.
Esto es emperador;
Disculpe camarero;
Me dijo tener mero.
Eso es mero, señor.
Esto es emperador.
No señor, que es mero;
Lo dijo el pescadero;
Que vino encantador.
Rió.
Fue entonces señor juez cuando, en defensa propia y del bien común, quemé ese puto restaurante.
Este actitud es un poco intransigente ¿no?Hombre se podria haber pedido el helado de Tutti Frutti para compensar esta estafa comun al menos. Los clientes en general no sabemos la diferencia entre uno u otro pescado. Yo solo lo pido si no me mira desde el plato, y asi estoy con 7 kilitos de mas..... Volviendo al tema original, me acuerdo de un amigo (No español) que pidió ATUN ROJO en unas vacaciones en Tenerife y cuando le presentaron un filete hermoso y apetecible me dijo a mi, y no el camarero,¨¿.....donde esta la latita....?¨
ResponderEliminarA punto estaba de pedirle un Tutti Frutti.
Muy bueno el del atún sí... Anda que...
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