Isaac Asimov empieza a contarme
maravillas sobre Tales de Mileto y al rato me hipnotiza con las leyes de la
robótica. “Empiezan a gustarme los robots”, me dice Lorca. “Y a mí la poesía”,
comenta Platón desde la caverna. “Duérmase usted”, me sugiere, con gran sentido
común, Sancho Panza.
Allí, en esos sueños, me esperas tú, como todas
las noches.
Me encanta,bastante original.Felicidades!!
ResponderEliminary los sueños, sueños son!!! Manucha
ResponderEliminarGracias Anónimo!
ResponderEliminarHola Manucha. Efestívamenete.
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